Imagina una pequeña ciudad en el noroeste de España, La Coruña, en el año 1975. En medio de las tranquilas calles gallegas, un hombre llamado Amancio Ortega, un emprendedor con una visión radicalmente innovadora, abre una tienda que cambiaría para siempre la industria de la moda global.
Esa tienda, que en sus inicios no era más que un modesto establecimiento, daría origen a un fenómeno que hoy conocemos como ZARA, uno de los nombres más icónicos del mundo de la moda. Pero, como toda gran historia, el camino hacia el éxito no fue fácil ni inmediato. Y la historia detrás del nombre ZARA tiene un giro inesperado.
Los primeros pasos: De la lencería a la moda rápida
Amancio Ortega no comenzó su carrera en la industria de la moda con grandes ambiciones de construir un imperio. Nacido en 1936 en la ciudad de Busdongo de Arbas, Ortega comenzó su vida profesional en un modesto puesto de trabajo en una tienda de ropa en La Coruña. Allí aprendió los secretos del negocio y se dio cuenta de las enormes oportunidades que existían en el mercado de la moda.
En 1963, Ortega fundó su primer negocio, una pequeña tienda de batas y ropa de casa llamada Confecciones Goa. Sin embargo, el verdadero cambio vino cuando, en 1975, decidió abrir una tienda mucho más ambiciosa. Esta tienda sería un escaparate de moda accesible, en donde las últimas tendencias de pasarela se adaptaban y llegaban rápidamente al público masivo. Así nació la primera tienda ZARA en la calle Numancia de La Coruña, un establecimiento que vendía ropa de mujer, pero de una manera totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada la sociedad de la época.
El origen del nombre: De Zorba a Zara
Lo que mucha gente no sabe es que, originalmente, Ortega pensó en un nombre muy diferente para su tienda. De hecho, el nombre inicial que eligió fue Zorba, inspirado por la película Zorba el griego (1964), protagonizada por Anthony Quinn. Ortega estaba fascinado por la figura del protagonista, un hombre carismático, libre y con una energía vital que encarnaba perfectamente lo que él quería transmitir a través de su tienda.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Cuando Ortega se preparaba para abrir su tienda, se dio cuenta de que ya existía un bar llamado Zorba en La Coruña, lo que hacía inviable utilizar ese nombre. ¿Qué hacer cuando ya se han encargado las letras para el cartel, cuando todo parece estar listo, pero un obstáculo inesperado aparece en el camino?
Fue en ese momento de urgencia que, según cuenta la leyenda, Ortega y su equipo decidieron hacer algo muy sencillo pero brillante: jugar con las letras de Zorba. Cambiar un par de ellas, reordenarlas, y de esa mezcla surgiría ZARA. Aunque no hay una confirmación oficial sobre este hecho, la historia ha perdurado como una de las anécdotas más populares de la marca. En cuestión de días, el nuevo nombre fue registrado y la tienda pudo abrir sus puertas con una nueva identidad.
El crecimiento imparable: De La Coruña al mundo
El nombre ZARA, aunque casualmente elegido, resultó ser perfecto. Fácil de recordar, internacional y con una sonoridad que le daba un aire moderno y sofisticado. La tienda, ubicada en una ciudad pequeña y alejada de los grandes centros de moda del mundo, se convirtió rápidamente en un referente local. Pero Ortega tenía una visión mucho más grande. Él no quería que ZARA fuera solo una tienda más; quería que fuera un fenómeno global.
La clave de su éxito radicaba en la capacidad de ZARA para reaccionar con rapidez a las tendencias del mercado. En lugar de seguir el tradicional modelo de la industria, que implicaba largas temporadas de espera entre el diseño, la producción y la venta, Ortega y su equipo crearon un sistema que les permitía diseñar, producir y distribuir nuevas colecciones en cuestión de semanas. Esto se conoce hoy como moda rápida o fast fashion, un modelo que revolucionó la industria de la moda. ZARA se adaptaba constantemente a las tendencias de la pasarela, pero con la rapidez y flexibilidad que otros gigantes de la industria no podían igualar.
En 1985, ZARA dio el siguiente paso y comenzó a expandirse fuera de España, abriendo su primera tienda internacional en Oporto, Portugal. Y no pasó mucho tiempo antes de que ZARA estuviera presente en las principales ciudades del mundo: Nueva York, París, Londres, Milán. En cada uno de estos lugares, ZARA supo adaptarse, manteniendo su esencia y sin perder su capacidad de sorprender al consumidor con nuevas colecciones cada pocas semanas.
El grupo Inditex y el legado de ZARA
Con el paso de los años, ZARA se consolidó como la marca bandera de un conglomerado llamado Inditex (Industria de Diseño Textil Sociedad Anónima), creado en 1985 por Ortega para gestionar su creciente imperio de marcas. Inditex, que además de ZARA incluye otras marcas como Massimo Dutti, Pull&Bear, Bershka, Stradivarius y Uterque, se convirtió en uno de los gigantes más poderosos del mundo en el sector de la moda, con más de 7.000 tiendas en más de 90 países.
A lo largo de las décadas, ZARA no solo ha cambiado la manera en que compramos ropa, sino que también ha cambiado nuestra relación con la moda. Su capacidad para ofrecer lo último en tendencias a precios accesibles, junto con una logística extremadamente eficiente que permite que los diseños lleguen a las tiendas en tiempo récord, la ha colocado como la reina indiscutible del fast fashion.
El futuro de ZARA: Innovación y sostenibilidad
Hoy, ZARA sigue siendo un referente en la moda global. Sin embargo, en los últimos años, la marca ha comenzado a dar pasos importantes hacia un modelo más sostenible, consciente de los desafíos medioambientales y sociales que enfrenta la industria de la moda. Iniciativas para reducir su huella de carbono, utilizar materiales más sostenibles y promover la economía circular son algunas de las acciones que ZARA ha emprendido en este sentido.
Amancio Ortega, quien se retiró de la dirección ejecutiva de Inditex en 2011, ha dejado un legado imponente que continúa transformando la moda. ZARA, con su historia de ingenio, visión y perseverancia, sigue siendo una marca que inspira y lidera el camino hacia el futuro de la moda, sin dejar de sorprender a consumidores de todo el mundo con su capacidad para captar las tendencias más actuales y ofrecerlas al instante.
De aquella tienda en La Coruña, con su nombre improvisado y su innovador enfoque de moda rápida, ZARA ha logrado convertirse en un verdadero imperio global, una marca que demuestra que, a veces, los grandes sueños comienzan con pequeños giros del destino.